El LK triunfó de mala manera, el serbio (Vasa) cada vez que me distraía me quitaba la botella y a beber. El resto de la gente dió su bendición, salvo Matthias (otro sueco, para variar) que me dijo que había bebido algo parecido, pero en fin, nadie es perfecto.
Hasta aquí la velada habría sido maravillosa, salvo que esa noche no cené y me puse a beber LK como un cafre, además de unas cervecillas y otras cosas que te ofrece la gente. El resultado ya os lo podéis imaginar (película de Christopher Nolan protagonizada por Guy Pearce).
Vémonos y prometo seguir escribiendo mi odisea.
Jon
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